lunes, 26 de abril de 2010

Los añorados y difuntos salones recreativos

Buenas a todos. Esta se podría decir que es la primera entrada como tal del blog, tras la presentación del otro día, así que primero que nada me gustaría dejaros la canción de la serie que plasmaría el espíritu de este blog, esta no es otra que la serie “Aquellos maravillosos años”, y la canción del “opening” de la misma es “With a Little help of my friends” de Joe Cocker, aquí os la dejo para que la desfrutéis:







Pues bien una vez puestos en materia pasaré ahora a comentar el tema de hoy que no es otro que los difuntos salones recreativos. En estos locales en la década de los 80 y principios de los 90 se reunían multitud de jóvenes para jugar a aquello que los adultos denominaban “las máquinas de matar marcianitos”. No creo que haga falta decir que aquellas máquinas fueron las precursoras de las populares consolas de la actualidad, de las cuales hay una en casi cada casa de este país.



En ellas los jóvenes de entre 8 y 18 años gastaban todos los ahorros que tenían en formato moneda de cinco duros, ya que eran las que se utilizaban para jugar a estas máquinas. Pues bien en estos lugares se daban una serie de pautas y situaciones que ahora pasaré a explicar.

  • La primera de ellas es que la frase más utilizada en este sitio era: “Perdona me dejas cinco duros”. Generalmente esta frase era utilizada por alguno de los “malotes” que frecuentaban estos lugares y que solían ser más mayores que tú. Y claro está, tenías que dejárselos, porque pobre de ti como se te ocurriera desafiarlo o no dejárselos, ya que de esta manera sólo perdías los 5 duros que le “dejabas” manteniendo a salvo si te quedaba algo más, puesto que si te negabas te quitaban todo el dinero que llevabas encima, a veces reloj incluido y todo. Esto ha hecho que estos establecimientos ostenten el record Guiness de monedas de cinco duros mangadas.
  • Otra de las características de estos locales era los mitos. Ya que en cada uno había un tío desfaenado que era el que se pasaba jugando a la misma máquina todo el rato, y resulta que cuando ibas a jugar a la máquina veías que todos los records de puntuación eran del mismo tío. Por lo que deducías que el de las iniciales, (siempre te dejaban firmar con tres letras), no tenía ni amigos, ni familia ni vida social.
  • También abundaban los personajes que se pasaban el día entero en los recreativos, pero que a la vez no se gastaban ni un duro, es decir, pasaban el día mirando cómo jugaba el resto.
Entre los juegos que destacaron en esta época no podemos dejar de nombrar los siguientes: el Tetris: con sus fichitas de colores que iban cayendo y tenías que hacer líneas (máquina que servidor nunca ha visto que nadie acabara), el Metal Slug: con sus intrépidos aventureros intentando conseguir el tanque (que saltaba) y rescatando mendigos y chicas (que te besaban), Pang: esos viajeros que iban destruyendo pompas de jabón gigantes que iban asolando diversos lugares del planeta, el Golden Axe: ese bárbaro, esa amazona y ese enano que tenían que salvar al mundo de las fuerzas demoniacas, el Bubble Bobble: esos dragoncitos que iban encerrando a sus enemigos en pompas de jabón, Snow Bros: esos míticos muñequitos de nieve que iban haciendo bolas de nieve a los malos y tirándolos por la pantalla y ya por último un clásico que estos días vuelve a estar en boca de todos ya que ha salido su cuarta parte, el Street Fighter.



Pues bien esta ha sido la primera entrada del blog, espero que os haya gustado y que estéis atentos a los siguientes “remembers” que iremos haciendo.

2 comentarios:

  1. Se le ha olvidado a usted hablar de ese personajillo que pululaba por las salas, andrajoso y extremadamente reservado, que acudía a tí invocado por una misteriosa magia, sin mediar palabra, para darte cambio. Ahora, en los escasos recreativos que quedan, estos seres humanos del señor han sido sustituidos por maquinas. Un puesto de trabajo menos, y encima esos putos cacharros te tangan a menudo. Maldita tecnología.

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